En pleno verano, y por lo tanto en plena época de piscinas, una fuga puede arruinar toda nuestra diversión. En Pocería Alonso queremos ayudarte, por lo que te vamos a dar unos sencillos consejos para el cuidado de tu piscina.
En primer lugar, antes de alarmarnos, debemos estar seguros de que tenemos una fuga. Para ello, hay que tener en cuenta que es normal que la evaporación reduzca el nivel del agua. Si a esto le sumamos el movimiento producido por el chapoteo de las personas y el lavado a contracorriente del filtro, es habitual que cada día se pierdan un par de pulgadas de agua.
Sin embargo, si todos los días te ves obligado a rellenar alrededor de 5 cm de agua, tienes una fuga. No obstante, no debes preocuparte más de lo normal: te ayudamos a localizarla.
Encuentra la fuga en tu piscina con unos sencillos pasos
- Confirma la fuga: aunque sea prácticamente seguro, es conveniente confirmar la existencia de una fuga. Para ello, podemos colocar una marca mediante una pegatina en el nivel del agua. Si al día siguiente la bajada es considerable, sin duda hay una fuga en nuestra piscina.
- Ubica el problema: para localizar la fuga, lo primero que debemos hacer es revisar el equipo básico de funcionamiento de la piscina. Esto es: filtro, calentador, bomba y válvulas de la tubería.
Si todo es correcto, debemos revisar los alrededores de la piscina. Si encontramos alguna zona particularmente encharcada, la fuga estará sin duda en este lugar. - Localiza el lugar exacto: con las primeras pruebas realizadas, las opciones se van descartando. Ya solo queda dar con el lugar exacto de la fuga. Para ello, debemos apagar el sistema de filtración.
Si el nivel de agua empieza a descender de forma normal en la apertura del skimmer, seguramente la fuga está ahí o en el sistema de filtración. Si se detiene en la luz, bajo ella o con el sistema de recuperación en marcha, es ahí donde estará la fuga.
Si mediante estas pruebas no has logrado localizar la fuga, nuestra recomendación es acudir a la ayuda de profesionales.