Indudablemente, el paso de los años va dañando el estado de nuestras tuberías. Más allá de que utilicemos productos químicos que nos echen una mano, es conveniente realizar mantenimientos periódicamente, igual que lo hacemos con la limpieza del hogar. Por eso, desde Pocerias Alonso queremos ayudaros a limpiar vuestras tuberías.
Antes de comenzar cualquier tipo de gestión, es preciso conocer los tipos de limpieza de tuberías que podemos llevar a cabo. Por ello, dependiendo de si simplemente huelen mal o están atascadas vamos a utilizar uno otro método.
Malos olores en las tuberias
Si el problema de nuestras tuberías son los malos olores, vamos a verter en primer lugar una taza de vinagre blanco. Tras un período de 30 minutos enjuagaremos el fregadero con agua caliente para evitar dejar marcas.
Una vez hemos eliminado el olor parcialmente, el siguiente paso es poner a hervir tres vasos de agua y echarlos al fregadero junto a otro vaso de bicarbonato. Es normal que el mal olor salga ahora. Si tras 15 minutos el olor persiste repartiremos este proceso algunas veces más.
Finalmente podemos verter limón natural y un tapón grande de lejía. Tras estas acciones te habrás librado del mal olor en un 90% de los casos.
Para limpiar una obstrucción utilizaremos un proceso distinto
Vamos a abordar ahora el caso en el que el problema de nuestra tubería sea una obstrucción. Aunque resulte tradicional, la mejor solución sigue siendo el desatascador, aunque podemos ayudarnos de otros instrumentos.
Para utilizar el desatascador, llenaremos el fregadero a la mitad de su capacidad y aplicaremos la fuerza suficiente para succionar los desechos. A continuación, utilizaremos una tira larga y flexible con cerdas para limpiar los desechos restantes y despegarlos de las paredes de la tubería.
Por último, y aunque nos parezca que la tubería ya está limpia, es conveniente utilizar una aspiradora de seco. Si tras estas acciones continúa el problema, tanto de malos olores como de obstrucción, es conveniente contactar con especialistas.