Al igual que los muebles se desgastan con los años, las tuberías si no se cuidan correctamente pueden generar malos olores. Y es que si utilizamos nuestros desagües como basura, el mal olor en un espacio cerrado como nuestras casas, puede ser insoportable.
En primer lugar, debemos llevar una rutina de limpieza, cada cierto tiempo debemos aplicar productos especializados. Esto es especialmente importante, cuándo las tuberías ya tienen una antigüedad considerable.
Además, más allá de llevar un cuidado regular, es conveniente que especialistas en desatascos revisen el estado de tus tuberías anualmente como mínimo.
La clave es evitar que sustancias se peguen en las paredes de nuestras tuberías. De lo contrario, cualquier desecho puede atascarse y provocar un atasco en la tubería. Para ello, podemos semanalmente calentar una cazuela de agua caliente, añadirle vinagre blanco y bicarbonato de sodio. De esta forma, toda sustancia que se encuentre pegada a las paredes de la tubería se irá despegando.
Otros productos que se pueden utilizar en la limpieza de tuberías, son la sosa caustica o la levadura de pan disueltas en agua. No obstante, en cualquier supermercado podemos encontrar productos limpiadores a bajo precio.
El bote sifónico, uno de los problemas más comunes
Cuando se producen malos olores en nuestras tuberías es común que el bote sinfónico tenga algo que ver. Este tubo es el encargado de unir el desagüe con la tubería. Para limpiarlo se puede quitar el tapón de manera sencilla y aplicarle al algún producto de limpieza.
Limpieza y mantenimiento es la premisa principal para mantener el buen estado de las tuberías es no arrojar productos que puedan dañarlas ni atascarlas. Y es que, simplemente con seguir unas normas adecuadas y llevar una precaución, conseguiremos alargar notablemente la vida útil de las tuberías varios años.
Y recuerda que si necesitas cualquier tipo de ayuda en tu hogar con todo lo relacionado con tuberías o desatascos, puedes contar con Pocerías Alonso, expertos en pocerías de Madrid